Hay fines de semana que quedan grabados en la memoria, y este viaje rumbo a la cordillera de Curicó fue uno de esos. Cuatro amigos, una camioneta y una ruta que mezcló naturaleza, aventura y una buena dosis de relajo. El punto de partida fue sencillo: escapar un par de días de la rutina, buscar un buen lugar para acampar en la montaña y disfrutar del camino tanto como del destino.
Nos fuimos en la Kia Tasman, versión manual, y desde los primeros kilómetros la camioneta nos sorprendió. Cada uno llevaba su propio equipo de camping —carpas, sacos de dormir, bolsos, utensilios— y todo cupo sin problema en el pick-up. Lo más impresionante fue lo bien aprovechado que está el espacio interior: incluso los que iban atrás comentaron lo cómodos que estaban, porque los asientos traseros tienen un leve recline que hace que el viaje sea mucho más relajado.
El trayecto hacia la cordillera de Curicó fue un verdadero placer. Conectamos Apple CarPlay en la gran pantalla central, y entre música y mapas, la navegación fue perfecta. Activamos el control crucero en los tramos más largos y disfrutamos de un manejo suave, con una suspensión que absorbe bien las irregularidades del camino. En ruta, la Tasman demostró tener el equilibrio justo entre confort y capacidad, ideal para una escapada de fin de semana.
Ya en la zona de camping, el paisaje se robó toda la atención. Rodeados de montañas, aire limpio y con el sonido del río de fondo, armamos las carpas y comenzamos a disfrutar del lugar. Hubo fuego, buena conversación, café caliente en la mañana y la típica competencia por quién armaba la carpa más rápido. A pesar del frío nocturno, el ambiente fue perfecto y la experiencia en general, inolvidable.
En este viaje, la Kia Tasman se lució. No solo por su capacidad de carga, sino también por la calidad del interior, que realmente sorprendió al grupo. Los materiales, las terminaciones y el diseño superaron nuestras expectativas, especialmente considerando que estábamos hablando de una camioneta completamente nueva en el mercado chileno.
Sin duda, este paseo fue una gran experiencia. Un fin de semana de camping a la altura de Curicó que combinó todo lo que uno busca: amigos, naturaleza y una camioneta que se comportó impecable en cada tramo del viaje. La Kia Tasman demostró ser más que una pickup nueva; es una compañera perfecta para quienes disfrutan salir a la aventura, sin dejar de lado la comodidad y la tecnología.
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