Tipos de motores para camionetas: ¿gasolina o diésel?
En el mercado chileno de pickups, las dos principales alternativas de motorización que encontramos hoy son gasolina y diésel. Ambas tienen ventajas y desventajas según el tipo de uso que le des a tu camioneta, ya sea trabajo diario, viajes largos o un estilo más recreativo y de aventura.
Motores a gasolina: potencia y comodidad
Las camionetas a gasolina funcionan con octanajes de 93, 95 o 97, según la compresión del motor y las recomendaciones del fabricante. En general, los motores a gasolina ofrecen una experiencia de manejo más suave y silenciosa, lo que se valora especialmente en camionetas full-size XL cargadas de comodidades: asientos de cuero, pantallas grandes, audio premium y un espacio interior amplio.
En este segmento, los motores suelen ser de mayor desplazamiento, como los V6 3.5 litros EcoBoost de Ford o los V8 5.0 litros atmosféricos, que entregan más caballos de fuerza y un torque suficiente para mover una camioneta grande y pesada. Al tener un rango de potencia más alto, también ofrecen mejores prestaciones en carretera, mayor aceleración y una experiencia de conducción más refinada.
Si lo que buscas es viajar cómodo y disfrutar del lujo de una camioneta grande, la recomendación clara es optar por un motor a gasolina. Así evitas el ruido característico de un diésel y aseguras una experiencia más acorde con el nivel de equipamiento premium.
Motores diésel: torque y eficiencia para el trabajo
Por otro lado, los motores turbodiésel son los reyes del segmento mid-size o de tamaño mediano. Modelos como el 2.4 turbodiésel de Mitsubishi o el 2.3 turbodiésel de Nissan entregan un excelente torque, ideal para mover carga, remolcar o enfrentar caminos difíciles en el día a día.
Una de las grandes ventajas del diésel es su eficiencia de combustible. En recorridos largos y con carga, el consumo es considerablemente menor que en un motor a gasolina. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunos motores modernos incluyen sistemas DPF (filtro de partículas diésel), que requieren recorridos de cierta extensión y a velocidades más altas para regenerarse correctamente. Si el uso será mayoritariamente urbano y en tramos cortos, este sistema puede convertirse en un problema de mantenimiento.
Otra característica a considerar es que el motor diésel es más ruidoso y transmite más vibraciones que un motor a gasolina. Esto no suele ser un problema en camionetas de trabajo, pero en modelos XL de alta gama puede arruinar parte de la experiencia de viaje.
¿Qué motor elegir según la camioneta?
- Camionetas mid-size (ej: Hilux, L200, Navara, Ranger): los motores diésel entre 2.3 y 3.2 litros turbodiésel son ideales. Entregan torque suficiente para cargar y remolcar, son más económicos en consumo y resisten un uso diario intensivo.
- Camionetas XL o full-size (ej: F-150, Silverado, RAM 1500): lo mejor es optar por motores a gasolina de 3.5 litros hacia arriba, ya sea V6 o V8. Ofrecen más potencia, suavidad en carretera y una experiencia más silenciosa y cómoda.
Conclusión
La elección entre gasolina y diésel depende directamente de cómo y dónde uses tu camioneta. Si buscas un vehículo de trabajo eficiente y con torque para enfrentar carga o terrenos difíciles, el diésel sigue siendo la mejor opción en pickups medianas. En cambio, si tu interés está en la comodidad, el lujo y los viajes largos en camionetas grandes, un motor a gasolina será tu mejor aliado